Por Julia Tacchino
“Demasiada cortas las
piernas”, una obra de la joven dramaturga suiza Katja Brunner, adaptada y dirigida en la Argentina por Diego
Faturos, trata el tan delicado tema del abuso sexual de un padre hacia una
hija, actualmente en cartel en el Teatro Timbre 4, México 3554, Ciudad de
Buenos Aires.
Lala Mendía y Julieta
Vallina son las protagonistas, madre e hija, enfrentadas y un padre ausente
físicamente, pero presente durante todo el relato. La narración se articula
entre las contraposiciones de esos dos personajes, imágenes, sobre recuerdos y
sueños de la niña, que son proyectadas en una gran pantalla sobre el fondo del
escenario y la opinión de cinco testigos omnipresentes.
La versión incorpora un coro
de personajes, narradores que guían el relato sobre lo que le va sucediendo a
la niña, debaten diferentes posturas de lo que ocurre en la familia y analizan,
como lo hace el público, lo que le va sucediendo a la joven.
La obra nos habla de una
problemática muchas veces silenciada, pero que es más corriente de lo que se
piensa. El niño/a abusado vive en un desborde de sensaciones, no ve los hechos
que le suceden como inadecuados, porque aún carece de moral y su primera
socialización es la familia. En la obra, la niña se encuentra indefensa, en
total soledad, tiene deseos amorosos contradictorios. La madre prefiere no ver
lo que está sucediendo.
Según el psicoanálisis,
todos los sujetos atraviesan por una etapa de deseos amorosos ambivalentes
hacia los padres, deseos sexuales hacia el progenitor del sexo opuesto, que
nunca se concretan y así, el niño crece y, una vez adulto, redirige el deseo
hacia otros hombres y mujeres. Pero ¿Qué sucede en el caso de que finalmente
ese deseo de sexualidad hacia el padre sea concretado? ¿Qué ocurre cuando una
madre no hace nada frente a esa situación?
El abuso sexual infantil es
una problemática que no sólo afecta a algunas familias sino a toda la sociedad.
El caso de incesto implica un atentado, no sólo a la integridad del menor sino
a la cultura misma.
“Demasiado cortas las
piernas” logra causar sensaciones contrapuestas en el público: tristeza, asco,
pudor y vergüenza. Sentimientos tan
controversiales como la atroz situación que genera en nuestra cultura el abuso
infantil. Tan terrible que cuesta enfrentarlo. Obras así nos permiten comenzar
a tomar dimensión de esta cuestión, visibilizarla y analizarla.
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