lunes, 17 de octubre de 2016

Los Pretendientes

Por Julia Tacchino


"Los pretendientes", ópera prima, como directora y dramaturga, de la actriz María Zubiri, recrea el ensayo de una obra de teatro dónde los actores atraviesan disímiles conflictos  cuando están a punto de estrenar. Todos los jueves, en el Espacio Sísmico, en la Ciudad de Buenos Aires. Emilia actúa de Calipso y Sergio encarna a Ulises, ambos son los protagonistas de la obra que está por salir a la luz,  Noel es su director, Francisco, su asistente (que a su vez filma lo que va sucediendo) y, finalmente, Penélope, quien no aparece físicamente en escena, pero es aludida. 
Emilia, la protagonista, seduce a Noel, pero ese amor no puede concretarse. Noel aguarda el estreno de la obra hace dos años, por lo que Noel también espera. En la puesta se recrea la leyenda griega de Ulises y Penélope, representantes del amor verdadero, en la que Penélope aguarda la llegada de Ulises durante veinte años.  Un encuentro imaginado y postergado largamente, por la ausencia de uno de los miembros. 
La trama realiza lo que en literatura se denomina “mise en abyme”, recurso que reside en insertar una narración dentro de otra, a lo que también se llama “muñecas rusas” o “teatro en teatro”. A su vez, hay un doble relato permanente: uno dado por lo que sucede en la escena central y el otro, por lo que se refleja en la pantalla ubicada en el fondo del escenario. Las proyecciones son tomadas por uno de los actores, mediante una cámara  que ilumina ciertos detalles de lo que acontece. 
Pretender es anhelar alguna cosa. Cuando ese deseo no puede hacerse real, el amor se convierte en fantasía y se sostiene por medio de una imaginación. Hay quienes sólo entienden una sola manera de amor, el imposible. Aquel que se escurre y no puede consumarse. 
La obra mezcla la ficción con la realidad hasta un punto confundible, la cámara ilumina aquello que, de lo contrario, permanecería callado. Idealizaciones y realidades se enredan mediante un relato metateatral permanente. 
Los pretendientes es una excelente reflexión sobre el arte dramático. Una pieza que condensa interrogantes acerca de los vínculos, los proyectos, las fantasías y el deseo como imposible. Nos invita a reflexionar sobre las dificultades que nos autoimponemos para poder concretar nuestros sueños. Nos estimula a pensar que la vida, como el teatro, es un juego donde todo puede suceder.


Fotos: Mercedes Acosta Quintas